De repartidor a autor en un segundo

Tenía 76 paquetes para repartir, distribuidos en cuatro sacas petadas. Me puse el impermeable y empecé mis viajes. La lluvia no ha parado en todo el día, pero eso no es impedimento para este chico Amazon.

Cuando estaba en mitad del segundo viaje, me llegó una notificación de Facebook de que el amigo, Alberto Hernández, me había etiquetado en una publicación. ¡Qué alegría! Alberto ha escrito una reseña entrañable sobre mi libro Del olvido y sus menudencias. Aproveche que tenía que subir 7 pisos en el ascensor para leerla.

Pero mi librito me deparaba el mismo día una nueva sorpresa. Ya terminando el tercer viaje, con la saca casi vacía, fui a entregarle un paquete a @loulasj y cuando me abrió la puerta, me dijo que si era para ella, era mi libro.

Entonces, espera -dije-, hay que hacer un vídeo. Y así fue como el repartidor de Amazon terminó sentado a la mesa del piso, autografiando su librito.

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